Corona, gracias por no llegar.

Esto es muy surrealista… pero tiene sentido, si lo pensamos.

Todo partió con un Posteo que hice en LinkedIn hace unos días, a propósito de que, en una época en que todos los retails simplemente NO PESCAN a sus compradores; con un #FalabellaNoContesta que duró varios días, y bots pelotudos que no están diseñados para ayudar, sino que para vender… y un pedido en Corona que no me llegó. Y que convertí en felicitaciones.

No. No es ironía. Acá el post.

Corte a una llamada de una periodista que quería hacer una nota. Y yo, que llevo varios capítulos de mi podcast e incluso acá en el blog hablando de lo mismo, obvio que prendí como pasto seco.

Y parece que la comunidad de LinkedIn también.

Como corolario a un bonito gesto, imitable y necesario de parte de todo el retail (convengamos que Corona no es de los más grandes ni mucho menos), el CEO de Corona me comparte el nombre y la historia de quien me llamó, preocupada porque mi pedido no llegaba.

Es surrealista agradecer porque tu producto no llega.

Pero es más surrealista ver como los mismo CEOs y gerentes que se subían inflados al escenario de Casapiedra hace menos de un año, hablando de su «transformación digital» y de su foco en «ser el Amazon de Latinoamérica»; no hayan entendido que la salsa secreta de Jeff Bezos, dicho por él mismo varias veces, es esta: Primero el consumidor, segundo el consumidor, tercero el consumidor.

Pero es eso.

Es sociología, no tecnología.

Es Empatía. No bots.

Asi que, nuevamente, gracias Corona.