Querido Preroll de Youtube

Querido Preroll de Youtube:

Perdona mi franqueza. Pero ya viene siendo tiempo de que te pegues el alcachofazo que claramente en todo este tiempo no has sido capaz de pegarte: Tú no eres digital. No eres moderno. No eres parte del «marketing contemporáneo».

Perdona la franqueza.

¿O tu crees que si mi abuelo hubiera tenido un «Skip Ad» en su Bolocco en blanco y negro no lo hubiera apretado?
Exactamente, querido Preroll. Te crees tan digital… pero eres tan análogo.

Hoy no quiero que me interrumpan. Por eso pago por Youtube Red. No lo hago por el contenido basico y fome que tienen (lo unico decente, Cobra Kai, ya está en Netflix. Imaginate). Lo hago para hacerte Ghosting.

Pero que vas a saber tú qué es Ghosting. Si no sabes ni lo que es Engagement.

Y ni me hagas hablar de tu hermano ese que sale en los videos largos. A ti te escribo esta carta. A él, prefiero ni dirigirle la palabra.

Tú te crees que eres digital, pero eres terriblemente análogo. Porque te interpones entre mi y el unboxing que quiero ver, como cuando Raúl Mattas me ponía un tarro de Nescafé entre el show y yo. Eres una mención de Sabados Gigantes. Un billboard feo en la calle. Una «pausa» comercial.

Eres un ochentero, preroll de youtube.

Pero supongo que no es tan tu culpa. Que lo que realmente te pasa es que no te dieron bien el brief. Y eso, si que lo entiendo. Me ha pasado tantas veces. Quizás si en vez de interponerte entre ti y mi contenido, llegaras con el mensaje perfecto a la hora perfecta, hasta te haría un queque. Pero por lo pronto, querido Preroll… prefiero no verte y pagar US$14 sólo para no verte la cara.

Perdona la franqueza.

Crisis: Con C de Consumidor.

Está ruda la cosa en Chile. Obvio. Es cosa de prender la tele, preguntarle a Google (sí, notarán que me he ido alejando de Siri)… o simplemente escuchar en los pasillos cuantas ventas no se hicieron, cuantas tiendas se quemaron y cuantas pymes se fueron al hoyo desde el inicio del Estallido Social, para que se te paren los pelos de la nuca. Porque, ok, podrás estar de acuerdo o no con todo lo que pasa, pero lo cierto es que el desbarajuste (hablando netamente desde la microeconomía del ciudadano a pie)… está muy borrosa. Muy inestable.

Muy saltona.

Por lo mismo, no deja de impresionarme ese comportamiento automático de algunas marcas (o, para ser justos, de algunos CEOs o Gerentes de Marketing), ante la crisis. Ante esta crisis en particular. En pleno 2020. Porque les aclaro: empecé en esto a los 21, así que pasando apenas los 40s, ya tengo 20 años en el circo. Y me mamé la Crisis Asiática en el palco mismo. Recuerdo que en esa época el motto fue «Lo primero que cortamos en la época de crisis es el marketing»… Y así fue. Y todos corrían con el pelo incendiado por los pasillos.

En esa época mi mano apareció en todas partes, como la campaña del «Piensa Positivo» (que hicimos en McCann, aclaro; nada que ver con Lagos)… pero dejemos eso para otro Posteo. El asunto en cuestión era claro: Crisis, es baja de confianza. Y en baja de confianza, baja el consumo. Así que corta el marketing. Chán.

Pero volvamos. Eso fue a mediados de los 2000s. Por lo mismo, repito: ¿me estás diciendo que hoy, en la época de la «embajadora de marca» de 40,000 seguidores y fotos de bikini con tu producto; en la época de las funas masivas que parten con un meme… en la época de la indiferenciación más total y absoluta, con un Aliexpress vendiendo tu copia a One Dollar… vas a cortar tu única fuente de diferenciación?

La lógica de Ingeniero Comercial (el unico país con ese cargo, by the way), es «baja los costos al máximo». Si. Tiene sentido en tu libro de los 90s, en tu gurú pre burbuja punto com. Baja los costos y aguántate… Pero hay un pelo nuevo en la sopa. Uno grandote: ¿qué ofrece tu marca, tu producto, tu servicio, que no ofrezca tu competencia? Si tienes una respuesta power, Bring it on: saca el marketing. Como Huawei, que usa solo el 1% de su revenue en publicidad. Porque vende teléfonos puteros a 1/5 de un iPhone. ¿es ese tu caso?

Aaaah. Viste?

Ok. Saca el marketing. Y deja tu producto indiferenciado, totalmente commodity, en la misma góndola del resto de productos que, o bien tienen publicidad global en placements de series en Netflix (dato freak: en un estudio que vi esta semana, Texaco es la 4ta marca favorita de los chilenos en aceite de autos. ¡¡Texaco no se vende en Chile!!). Es una forma de irse rapidito.

O… haz lo que la lógica 2020 dice. Esa que va en contra de tu Kottler impreso en 1998: potencia tu mix de marketing. Robustece tu canal de venta. Con una mirada realmente diferenciada, y realmente enfocada en el consumidor y lo que le está pasando… Y vuélvete una marca realmente armada. Imprescindible. Una «Marca Ciudadana», como le llaman los amigos de Cadem.

«Las marcas ganadoras de los próximos 25 años, serán aquellas que logren anticiparse al cambio que viene y que incluyan en el corazón de su negocio la relación con la comunidad, superando como único propósito el maximizar el valor para sus accionistas»

Estudio Cadem «Marcas Ciudadanas». Enero 2020.

¿Si estás bajando las ventas, vas a echar al vendedor… o vas a darle más herramientas, repensándolas para ser realmente una de las pocas marcas que se atrevió a tener un compromiso real con la gente? ¿Vas a seguir tu libro vencido versión «Crisis asiática», o vas a apretar el acelerador para salir rápido del hoyo?

Es una época de intertidumbre. Estamos claros. Pero para la gente, también es una época de cambios. De esperanza. De una justicia que se viene. Y de nosotros, de ti, depende la decisión de darle a tu marca un cariz miedoso y de crisis… o uno de oportunidad, liderazgo y esperanza.

¿Qué va a ser?

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Cristián «Ritalín» León es Chief Creative Officer de MRM//McCann Santiago. Con innumerables premios de efectividad y creatividad en la región, ha sido Digital Advisor para Latinoamérica, asesor de marcas globales, Speaker y profesor de diplomados sobre publicidad integrada, innovación y tecnología en Chile, México, Perú y Colombia.

Y a mi qué

Los que me conocen, sabrán que en todas mis presentaciones y en todas mis charlas tengo en algún momento un slide con el titulo de este Posteo. Y a mi qué.  La máxima en la que fundamento cada revisor de ideas, cada campaña que hacemos y cada proyecto que tomamos. Es ponerse desde el lado de las personas y decir: ¿En serio me quieres interrumpir mi video para decirme que cambiaste de envase?…

Es fácil llenarse la boca con la frase «Seamos relevantes». La pega dura es hacerlo. Por eso, el revuelo que ha causado esta ultima semana nuestra campaña para Lubricantes Lubrax (nótese la categoría y el producto del que están todos hablando)… no puede sino darme la razón en mi punto: la única forma de ser verdaderamente significativos en la vida de las personas, es creando marcas relevantes. Y la única forma de ser relevante, es entender a la gente. Pero de verdad entenderla.

Para Lubrax fue una tremenda jugada. Pero también fue para nosotros plantarnos frente a un cliente, en licitación, y decirle «Lo siento mucho… pero a nadie le interesa tu producto». O, en bonito, si no eres tuerca o no tienes un auto de miles de dólares, el cambio de aceite es un cacho. Un trámite. Y póngale el que usted me diga, señor Mecánico. ¿O por qué creen que es grito y plata el sticker del «recomendado por» en todos los autos nuevos?…

La pregunta entonces es: Si este producto no es relevante para la gente, ¿cómo hago que la gente hable de mi producto? Nuestra respuesta fue la disrupción:

Trend topic 2 días. «La mejor publicidad de la vida» (what?!!). Matinales. Programas de capuchas. Notas en todos los diarios…

Captura de pantalla 2018-10-29 a la(s) 10.43.56 a. m.
Captura de pantalla 2018-10-22 a la(s) 12.40.18 p. m.
Captura de pantalla 2018-10-31 a la(s) 12.56.24 p. m.
Captura de pantalla 2018-10-31 a la(s) 12.55.54 p. m.

Y cuando respondes el «Y a mi qué», las plataformas son lo de menos. Si haces un comercial de TV que la gente comenta, va a aparecer en Twitter y la gente va a compartirla en su muro. Y si es una campaña digital digna de comentar, las noticias la van a subir al «offline». Olvídate de las plataformas. Tú quédate con el «¿Y a mi qué?».

Beauty -and geniality- inside.

Cuando me pasé al lado más «digital» de la publicidad, no lo hice porque me haya dejado de gustar hacer comerciales, los jingles ó los avisos. Tampoco porque ya no fuera bueno haciéndolo o me haya “cansado de la publicidad”. Simplemente vi el árbol meciéndose hacia un lado, y salté antes. Pensando, con justa razón, que para cuando el árbol estuviera ya en este lado, yo ya habría probado los “porrazos” antes de que hubiera mucha gente para verlo y reírse.

El tiempo, poco a poco, me ha ido dando la razón. Llevo 6 años en esto. En equipos integrados, hacer campañas memorables para clientes que se han atrevido a abrir su puerta a la gente… y ahora, de vuelta en McCann, ampliando el delivery de la agencia más grande de Chile, hacia una agencia Integrada desde los cimientos.

 

En todo este tiempo, siempre he notado que hay dos formas de ver la publicidad integrada: desde los digitales que empiezan a ver lo que hacen como Publicidad; y desde eso comienzan a integrar –un camino mucho más difícil, creo yo, porque vienen desde un lado más técnico y menos cercano a los gerentes de marketing,  acuñando conceptos como «Storytelling», que no es otra cosa que contar historias. Algo que hacemos en 30 segundos desde que la publicidad es publicidad-… y los otros. Los que vimos el mundo digital maravillados por las pantallas, desde lo «análogo»; y nos llevamos el Storytelling, la retorica y la facilidad de contar historias hacia el mundo binario. Un mundo un tanto más incomprendido, difícil y precario… pero que es el mundo donde viviremos tarde o temprano, así que la resilencia es una necesidad.

 

No es fácil hacer publicidad que no es publicidad. Salir de tu zona de confort, de tus 30 segundos y tu gráfica en El Mercurio para pisar terreno resbaloso y mutante. Dejar de pensar en retórica y canciones pegajosas, para meterte de verdad  (¡¡¡de verdad!!!) en la cabeza de la gente. En sus pasiones y necesidades.

Pensar en digital es pensar en tecnologías; pero pensar en Integracion es pensar en experiencias. Experiencias increíbles. Únicas. Que van más allá de una interrupción o algo que no te pedí.

 

Beauty Inside debe ser el trabajo más maravilloso que he visto en todo este tiempo. Creado por Toshiba e Intel, hizo que un problema de la marca (Intel; un chip que nadie ve), fuera parte del leitmotiv de la historia –contada por “capítulos”, por entregas; cual libro renacentista-: un tipo llamado Alex, con una extraña condición: despierta siendo siempre otra persona. A veces mujer, a veces hombre. A veces gordo, a veces guapo. Y esa «condición» tiene tatuado de manera tan sutil como genial, el «lo que importa va dentro» de Intel.

 

Pero ahi no queda todo. Y ahí está su genialidad: El solo hecho de que el tipo despierte siempre siendo alguien random, da pie para empezar a crear esta «experiencia» de la que hablo: y hacer de una película maravillosa, con actores de primer nivel, un fantástico casting global. Buscando a los «extras». Los «Alex» que pululan por toda la historia.

Una idea fantastica. Un «storytelling» brillante. Y un contenido brillante, que une la verdad de la marca, con una experiencia genial para la gente.