El futuro de la computación 3

Antes me reía de los que veían unboxings de productos de tecnología. Hoy, es mi placer culpable. Me compré el Samsung Tab S6 hace varios meses, y ahora que salió el S7 (muerde el polvo, iPad), igual lo miro de reojo…

Pero anoche salió por fin el precio y fecha de un gadget que estaba esperando hace muchisimo rato. Y que no veo la hora de probar:

Me encanta la tecnología; y me obsesiona la evolución de nuestros tablets, celulares, relojes, computadores. En una epoca en la que ya pasamos el beta de 4 meses y, sí, se puede trabajar sin oficina. Sin tacos. Sin mucho mas que, justamente, tus gadgets.

$1,300 dólares y llega a mediados de Septiembre. Bueno ya.

Por eso me pregunto si este aparato nuevo, este «tablet / Xbox / celular / mini computador», nos acerca más aún a la oficina virtual perfecta. Se ve increible. No tiene la pantallita plisable de plastico (no, Samsung, un cristal de ese grosor, no es un cristal); sino que dos pantallas que interactuan entre si. Con giro de 360 grados… y se ve bastante digno para trabajar. Pero me obsesiona el tema. Mi Mac desde que lo compré tiene un problema grave de batería (hice todo lo que el Genius me dijo; nada);y no he podido encontrar 3 dias de corrido para llevarlo y quedarme sin forma de trabajar. No me atrevo a armar presentaciones ni a cambiarlas siquiera, con mi tablet.

Es este el futuro de la computación, por fin? En septiembre lo veremos.

RitaCast! O cómo ser Podcaster

RitaCast

Tanto que hablé de los Podcasts como formato, tanto que escucho y tanto que me gustan, que no pude perderme la oportunidad de hacer algo que me debía hace un rato: RitaCast. El podcast donde todo lo que ven aquí, lo intentaré de plasmar en un formato para escuchar a la hora del taco, mirando el techo o mientras caminas.

No me deja de impresionar la capacidad tecnologica que tenemos en pleno 2020. Hace unos años, y la razon de no haberme lanzado antes, hacer un podcast era pedir ayuda a un estudio amigo, o tener un sistema de sonido archi sofisticado… ¿Saben cual es mi set-up?

  1. El set-up

Primero, a falta de Mac, mi tablet Samsung Galaxy Tab S6, que funciona increible. Le pongo un adaptador de USB a USB-C (AliExpress, menos de luca); y un conector al modulo de audio Focursite de mi hijo, que conecta a un microfono y unos audifonos. Para grabar, Anchor. La interfaz de Anchor es super intuitiva, y te permite grabar literalmente desde el celular; subir audios externos o usar musica envasada y sin copyright para fondos o transiciones. Un agrado.

Tu diras… «Ah, microfono pro»… Pero fijate que he usado incluso mis Airpods, sin microfono ni modulador (claro, sin retorno tampoco); y suena super decente. El truco es estar en un lugar pequeño o con cortinas, o tela que impida el rebote. El resto, magia.

Mis primeros 3 capitulos fueron asi de simples. Luego, mi hijo musico y el gran Caco Lyon de Clio Estudios me ayudaron a tener una intro muy pro, y la voz más pro de Chile para presntarme cada capitulo, el gran Fernando Solís. Pero eso es apovechar lo que tienes a mano. En mi caso, contactos y amigos dispuestos a ayudarme.

2. el Podcast en sí

La noción de un podcast es bastante simple. Y es esta: Encuentra un tema, con audiencia… y partiste. Así de corta. Yo por ejemplo soy fanático de The VergeCast. Un podcast semanal (viernes) del editor de The Verge, 3 amigos que trabajan con él… y ni musica de fondo. Conversaciones sobre qué ha pasado esa semana en tecnología. En Emisor Podcaster, local, puedes escuchar a Baradit hablando de historia y a Pancho Ortega sobre teorías conspirativas y Ovnis… O entrar a Apple y toparte con «Matriarcalmente hablando». Tres tipos de Puente Alto muy chuchetas y divertidos, que conversan como en un carrete cualquiera. Muy divertidos.

El tema es este: Encuentra un tema que te dé para hablar un buen rato; y anda probando. Yo partí con RitaCast pensando en conversar con mis amigos (desde escritores hasta tecnologos; periodistas y mùsicos)… pero con el CoVid19, quedo todo en un encierro. Y algunos han sido extractos de este mismo blog, y otros, como el Capitulo 4, una pregunta hecha a 4 amigos de la industria que me respondieron por audio de WhatsApp.

Subir, editar, musica de fondo y listo.

3. Al aire

Anchor mismo la hace facilisimo. Puedes elegir si estas en Spotify, Google y otras mas desconocidas. Para irte a Apple debes verlo directo con ellos (cuèntate una nueva), con el link CSS de tu programa en Anchor. En mi caso, en menos de 24 horas ya estaba aprobado y funcionando.

El resto? Usar tus redes. Y, sobre todo, ser relevante en el contenido. He escuchado podcasts de 10 minutos (Remarcable people con Guy Kawasaki es maravilloso); o el mismo VergeCast que ha durado casi 1 hora. Lo importante es que, tal como digo siempre, respondas el… «Y a mi qué».

Sigue mi Podcast aquí, y comentame qué te parece!

El futuro de la computación

Fui un Apple boy por años de años. Desde que Leo Prieto me mostró el primer iPhone que llegó a Chile, luego el iPad que me llegó desde Estados Unidos (y que me valió una entrevista en CNN por ser el primer chileno en tenerlo, jaja)… la verdad es que Apple, el inventor del smartphone que conocemos hoy, me tuvo en su ecosistema por años. Hasta que poco a poco se fue quedando atrás. Subiendo cada vez más los precios. Y eso, como a muchos, me hizo empezar a mirar para el lado.

Hoy, tengo un Chromecast en mi tele, conectado con el Google Home Mini de mi velador («Ok Google, ver Dracula en TV»; y automáticamente parte la serie, donde la dejé y en el idioma que elegí). Mientras Siri, asumo que porque «aprende» mucho menos que Google cada día, sin capacidad bilingüe, con muchos menos usuarios y preguntas diarias como el gigante de las búsquedas tendrá x segundo… se va quedando más y más atrás.

Pero el ecosistema (iPhone, iPad, Apple Watch, Apple TV en Apple; Google Home, Android, Chromecast para Google), está siendo también empujado por algo que se nos viene rápido: el Home office, la movilidad y la necesidad de andar con un aparato fácil y práctico para tele-trabajar. Algo que, para Apple, tiene forma de iPad Pro.

El iPAD OS es claramente una mejora impresionante en la forma de relacionarnos con el iPad como el «futuro de la computación»… pero a mi al menos esto del iPhone a 1 palo y el ApplewatchGate que sufrí hace unos años, me hizo dar un paso hacia atrás y pensar realmente qué es, para mi, el futuro de la computación.

Y el teclado tipo «caja de huevos» del iPad Pro, claramente no lo era.

Así que empecé a investigar más a Android. Sobre todo ahora, que tiene una interfaz más y más parecida a la de iOS… Y esto fue lo que encontré:

Primero, que SAMSUNG le hace las pantallas a Apple. Y, claro, se quedan con lo mejor: Amoled para Apple, Super Amoled para ellos mismos. Un punto para Samsung

Segundo, y esto es heavy, que Youtube, al ser de Google (dueños de la plataforma Android), también se deja lo mejorcito para ellos: Videos con el codec de 1400 pixeles y 60 cuadros, en lugar del máximo en Apple: 1080 y 40 cuadros. En simple, no importa si la pantalla del iPad Pro es mejor que la de Samsung (que no lo es): por codec, no puedes ver mejor que 1080 a 40 cuadros en YouTube, en Apple. Kaboom.

Solo con esto en mente, se me ocurrió empezar a ver alternativas al iPad Pro… y me topé con esta maravilla: el Samsung Galaxy Tab S6. Que, oh sorpresa, venía con lápiz y teclado por el mismo precio de sólo el tablet. Y más gigas que el iPad Pro.

Pros: El trackpad es de verdad. No una caja de huevos. La pantalla es una maravilla. Corre impresionantemente bien el Outlook 365.

Cons? El chip de Apple es un poco mejor (si juegas se nota); y obvio que no está en el ecosistema de Apple (apps, iCloud). Pero tiene el asistente de Google y, de verdad, no he echado de menos ninguna App desde que hace rato uso más y más Outlook y google. Los juegos que juego, también están en Google Play.

Y LA RAZÓN DE ESTE POST! El futuro de la computación es liviano. Movil. Simple. Va más allá de un celular y menos que un laptop. Y el teclado, el lápiz (oculto detrás, no se cae ni se pierde), la forma simple y la capacidad de trabajar de verdad en el Samsung Tab S6, a mi que toda la vida he usado Mac, me funciona increíble. Con un editor de videos bien decente, un lapiz maravilloso y una integración con Outlook 365 superior.

(ironicamente, sacada con mi iPhone)

La interfaz del (no tan) futuro

Ultimamente estoy pegadísimo con mi Google Home. Un aparatito mínimo que reemplazo a Siri en mi pieza, básicamente por 3 cosas impresionantes:

  1. Que reconoce las voces; y se comporta de acuerdo a las cuentas de cada uno. No es lo mismo que yo le diga “Ok Google, qué tengo hoy”, a que lo haga la waif. Aunque, claro, la waif es tecnófoba y no lo hace. Pero ya salvé mi algoritmo de Spotify cuando ella pidió Marc Anthiony (el horror) y no usó mi cuenta. Instant win.
  2. Que al conectarlo con el Chromecast (ese pendrive que se conecta a tu tele), se crea un ecosistema tele+parlante+usuario digno de ciencia ficción. Estilo: “Ok Google, ver Black Mirror, sin subtítulos”, y que, en cámara lenta y con boca abierta, veas como a) se prende la tele b) se abre Netflix c) se abre TU usuario d) se pone el capitulo DE TU USUARIO, donde lo dejaste.
  3. Que es lejos más inteligente, y entiende, lejos, mejor que Siri. El “Ok google buenos días”, completamente programable con las luces, tu calendario, waze, noticias… es como para pasar todo el día con la mantita hasta el cuello.
Primero fue Mobile first. Luego mobile only… Cuando parte el Voice only?

Los que me conocen, saben que soy un fan de la voz como interfaz. Desde mi primer iPhone con Siri hasta mi Apple Watch (QEPD)… Pero últimamente esa interfaz está tan sofisticada, que huele a futuro cercano que tu famoso trabajo de SEO (o el trabajo de las compañías para que la misma programación de su sitio esté tan bien diseñada para los ojos de Google, que sí o sí aparezcas naturalmente en la primera página, porque NADIE ve la segunda)… se termine con un holocausto vocal: y es que, con la voz, no tienes ni siquiera una primera página. Tienes sólo una, ¡una! Primera búsqueda.

“Quiero una pizza”, “llévame a una bomba de bencina”…

Ayer empecé a ver “Mejores que Nosotros”; una serie de SCI-FI rusa (what?) de Netflix. Y como con HER, estoy rayando con las interfaces. Con esa mirada de un mundo con tanta tecnología, que se vuelve una capa invisible. Con Siris y Alexas invisibles, y pantallas estilo papel que apenas y usas.

Porque para qué, google. Para qué.

¿Tu cara, es tu cara?

biometric ID ritalinleon.jpg

Hoy apareció una noticia de la que todos mis amigos geeks están hablando: Que al Consejo para la Transparencia no le gustó nada la idea de que Mall Plaza esté usando tecnología biométrica (reconocimiento facial) con la gente que entra al mall.

Really?

La semana pasada entré al Work Café y, al acercarme a la pantalla, me dijo «¡Hola Cristián, quieres que llamemos a tu ejecutiva?» un solo click al «si»; y acto seguido ya tenía un SMS en mi bolsillo para presentar por un cappuccino gratis. Porque entré a mi banco y me reconocieron. Y me molestó? hell no. Como tampoco me molestaría un sistema automatizado en la entrada de mi condominio, conectado con la policía, que advirtiera si un psicópata quiere entrar colado y saltar mi reja.

La pregunta es super valida. Y entiendo ambos lados de la discusión… Pero así como cualquier pelagatos te pide tu RUT (con el que se pueden sacar productos bancarios) y que lo anotes en un block sin ninguna seguridad a la entrada de un edificio random, me parece que este tipo de sistemas de validación, como todo, puede ser usado para hacer el bien o hacer el mal. Y está bien que se legisle. ¿Que qué creo yo?

  1. Que la policía por default debería tener un registro global. Eso de «todos tenemos derecho a pasar desapercibido» es super valido, hasta que al lado tuyo anda un pedófilo que se quiere colar al jardín de tu hijo. Si no tienes nada que ocultar, qué te importa que el gobierno tenga tu cara. Si eso termina funcionando para que me saquen un parte automatizado, el pelotudo soy yo.
  2. Que, como bien dictará la ley en trámite, todos tenemos derecho a decidir qué información se le da a quién. Es muy distinto que al entrar a la clínica rápidamente me hagan un check-in, y pase y todo está listo… a que saquen a alguien de un banco porque se filtró su información de salud y no les conviene. Vi una charla en el SXSW super interesante sobre el «Blockchain of Everything», y tu derecho inalienable -ahí si estamos de acuerdo- de ser tú quien decide qué información le das a quien… pero que la llave de entrada sea tu cara? ¡la raja!
  3. Como publicista, y comunicador en general, soy un obsesivo con la experiencia de usuario. Y si hay algo más perfecto y seamless que mirar un punto y que te reconozcan, díganselo a Amazon Go para que mejore aún más esto:

¿Somos los dueños de nuestro rostro? Obvio. De la información que conlleva? Sí, hasta cierto punto. No quiero que sepas donde vivo ni cómo se llaman mis hijos. Pero sí quiero que mi banco me dé un café gratis y que el aeropuerto me deje entrar corriendo hasta mi asiento del avión para enchufarme a mi serie… que mi asiento del avión sabe exactamente en qué punto la dejé, porque me está mirando. Pero con respeto.

«Oye Siri… Dame con Google»

Ok, antes de empezar, algunos disclaimers dignos de mencionar:

  1. Si bien existen otros computadores como el HP Spectre o incluso el nuevo Microsoft Surface 6 que le hacen mucha pelea al Mac… todos usan Windows. El Mac usa Mac OS.
  2. No existe otro tablet como el iPad. Sorry. Convénzanme de lo contrario. Mándenme uno. No lo creo. iOS en parte. Apple en parte. No lo hay. Lo siento.
  3. Los AirPods son una maravilla. Livianos, pequeños, se cargan en su caja, reconocen el Apple Watch, el Mac, el iPhone y el Apple TV.
  4. Tampoco existe en otro ecosistema un Smart Watch como el Apple Watch. Y nótese que yo todavía tengo y uso el primero.

Dicho eso… Oye, Siri: que pena.

Cuando me llegó el tiempo de cambiar mi iPhone 6s, empecé en la búsqueda del sustituto. Claramente  el X, de ¡¡Un millón doscientos mil pesos en Chile!! no lo iba a ser. Así que me paseé por la tienda Samsung (Mmm nah), le eché una mirada al increíble Pocophone de Xiaomi… y la verdad hasta ahora el que más me convence es el Huawei P20 Pro. O su nuevo hermano el Mate 20 Pro… ¿Por qué? Porque la cámara es impresionante (@LeoPrieto me mostró las fotos que tomó de noche, y parecen una pila de retoques perfectos; hasta difícil de creer)… El precio, claramente también es increíble en comparación…

Pero Google Assistant? Wow.

A ver. Otro disclaimer: pensé que Shortcuts de Siri eran la solución a «Oye Siri, quiero que prendas las luces, MIENTRAS me pones música, MIENTRAS pones el mapa a la oficina, MIENTRAS escuchamos AC/DC…

Lo cierto es que el ecosistema Apple funciona muy mal con las luces de Hue. La música, si no es Apple Music, mejor olvídate. Y el mapa DEBE ser Apple (agh!!!). O sea, preso en el ecosistema Toc y egoísta de Apple.

Mientras, buscando en foros, encontré la manera de bajar el Google Assistant (básicamente, creé una cuenta de cero, hice creer que estaba en Estados Unidos con un VPN y… blablablá). Creando luego un shortcut: «Oye Siri… Ok Google», para invocar al asistente de Google. Que, además de apagarme las luces, abrir Waze, decirme el clima y mandar un mensaje a quien quiera, me pone AC/DC o la lista que quiera, en Spotify ¡O Apple Music!

Toma.

La decisión está clara: el Mac, el iPad, el Apple Watch y los AirPods no tienen hoy realmente una competencia… Pero miren el Huawei Mate 20 Pro y díganme si no dan ganas de decir… «Oye Siri… nos vemos en el iPad».

huawe_mate_20_pro_1.jpg

Mate P20 Pro. Como todos, tiene «notch»; pero también una cámara de 3 lentes. IA en las fotos. Un sistema de carga Qi inversa (AKA puedes prestar carga a otro smartphone con Qi)… y un sistema de huella ¡en la pantalla misma!

Light. El teléfono que te respeta.

De todas las cosas que vimos en el #MWC (Mobile World Congress) de Barcelona este año, una de las más curiosas es este aparato. Un smartphone que, según su reseña IndieGoGo, es un «teléfono que te respeta». Que te saca de la modorra tecnológica y te hace mirar hacia adelante.

Interesante. Qué opinas tú? ¿Lo usarías?

El futuro de la movilidad

ciudad del futuro blog ritalin.jpg

El auto es la segunda compra más grande de tu vida (si es que compras casa), lo tienes estacionado más del 90% del día; debes pagar estacionamiento, Tag, bencina, seguros… y, si eres maniático como yo, a lo menos un lavado semanal.

No es un buen negocio.

En los últimos años, me ha tocado asistir a seminarios y charlas sobre futurología donde el tema de las «Ciudades del futuro» y la movilidad son «el» tema en debate. Y hay especialmente dos grandes caminos que se ven en el horizonte. Ambos increíbles.

El primero, es el proyecto del Hyperloop, creado por Elon Musk (mister PayPal > Space X > Tesla > Boring Company, que en realidad es la compañía menos aburrida del planeta). Una idea que vi hace un par de años en el SXSW, y que al principio me pareció una locura sacada de un libro de Asimov. Lo impresionante del caso, es que ya es una realidad. Ya hay prototipos funcionando, y la idea de Mr. Musk es tener Hyperloops andando, para el público, en Mexico, Dubai y  Estados Unidos de aquí al 2020.

La segunda gran tendencia, y la más comentada de todas, es el transporte automatizado. Estuve en una charla de los creadores del proyecto de Google, y realmente es impresionante: un auto que hace más de 80 predicciones de los otros autos, peatones y posibles movimientos del auto por segundo. Si todos los autos fueran autónomos, el tráfico parecería más un banco de peces que otra cosa. Un flujo constante y conectado, como una red neuronal.

En esta premisa, sin embargo, me topé el año pasado con una mirada bastante radical. Tuve la suerte de participar de un meet&greet con Uri Levine, el creador de Waze, quien nos explicaba rápidamente su visión del futuro del transporte:

Me imagino un futuro en el que no le compras un auto a General Motors. Rentas el servicio de transporte, que es distinto. En la mañana, pides tu citycar de siempre, mientras tu señora pide su SUV de siempre para pasar a dejar a los niños al colegio. En la noche, en lugar de pedir el citycar, decides pedir un descapotable para salir a comer con tu mujer. Y el fin de semana, lo cambias a una Camper para irte a la montaña.

Tiene sentido, no? Para qué comprar un auto, si lo que necesitas es desplazarte. Claramente ambas tecnologias funcionan perfectamente unidas. ¿Te imaginas cuánto espacio util aparece en el momento en que las calles y carreteras son sólo peatonales? ¿Cuánto se achicarían las ciudades, los tiempos? ¿Cuánto mejoraría la calidad de vida?
En Ciudad de Mexico hay gente que demora hasta 2 horas de idea y 2 horas de vuelta a su casa -y si eres ciego, multiplícalo por dos. En un futuro próximo, esas 4 horas adicionales podrían ser usadas para disfrutar de alguno de los cientos de nuevos parques (tipo Highlines) que solían ser carreteras.

¿A quien no le gustaría estar en ese futuro?

Mis imperdibles tecnológicos

Todavía me estoy poniendo al tanto con WordPress (el maldito me borró un tremendo post que estaba escribiendo), así que definitivamente no entra todavía en mi lista.

Pero acá les doy mi Top 10 de «must-haves» versión Febrero 2013. Más de alguno les va a gustar:

FlipBoard y Zite. Porque son revistas para Tablet hechas a tu medida. Unicas como tus gustos: la primera, toma tus redes sociales y sitios favoritos (a esto, niños, se les llama «CSS» o Contenido Sindicado: tu te suscribes a tus sitios, y te llegan via Google Reader cual mail, para leerlos rápido), y los convierte en una revista. Con hojeo y todo. El segundo, es coolhunting de tus contenidos favoritos, y permite sumar más. Osea, hojeas el contenido que te gusta, pinchas tu favorito, lo lees y hasta compartes en tus redes sociales.

Evernote. El moleskine digital: una App para smartphones, tablets y Pcs que suple desde la nube tu falta de memoria: puedes escribir o grabar notas directo desde la App o «mandarle un mail» para que quede guardado. Muy útil cuando ves un link o sitio que quieres revisar con más tiempo, despiertas a las 3 am con una idea o quieres un listado de compras actualizado. Sirve hasta como «Word» simplificado.

Shazam, porque se acabó el «¿Qué canción es esa?» Y desde que me di cuenta que $0,99 es sólo $0,99, el click siguiente me hace dueño de esa canción en iTunes.

Apple TV: Con el nuevo Mac, sin cables ni configuración, «replica» lo que estás viendo en tu compu y lo lanza en rutilante HD a la tele frente a ti. Hasta mutea el Mac para que no te compliques. Genial.

Impresora Inalámbrica: Ni tanto más cara, y mucho más útil: «Papá, imprímeme una foto de…» Ya está saliendo de la impresora, hijo mio. ¿Bonus Track? Imprime desde tu SmartTV las fotos de Facebook y déjalos locos a todos.

Waze: Está bien una ley contra el alcohol y la conducción; pero si bajas la dosis a «nada», definitivamente algún pechoño superpoderoso se hizo el vivo. Por eso Waze es tremenda ayuda: una Red Social de automovilistas que se ayuda entre sí con los tacos, los accidentes y los amigos en su camino. Mientras más lo usan, más inteligente se vuelve. Y hasta reconoce tus viajes de rutina y te da mejores rutas. Son miles de chilenos los que lo usamos y, hasta ahora, sólo buenas experiencias.

iPad: No dije tablet, dije iPad: Y este punto son 3 en uno: Por los Ebooks que los agradece mi espalda (30, 40, 50 libros y comics en una tableta de cristal y acero), y que altiro les digo «prueben y luego critiquen»: el eBook te permite hacerle doble click a una palabra para que, sin estar conectado y usando solo el diccionario interno del iPad, sepas la definición de la palabra. O pasar el dedo por la frase y dejarla marcada; hacer anotaciones y mandar por mail un texto interesante. Hazte eso, papel.
¿Segundo punto? Si viajas mucho, se acabó el «pin-pun: señores pasajeros…» El capitán no te habla más con tu Entretenimiento a Bordo. Cuidado eso sí con el que se echa para atrás cuando vas en Economy, que casi me lo eché más de una vez. ¿De donde bajar películas? Primero, en mp4; segundo, Cuevana (antes de ver la película, copia todo el link desde «=?id» y descarga. TheCinemaOnline -¡Cuevana para ver desde iPad!-  y SeriesYonkis funcionan igual de bien. Y no olvides comprarte audífonos con cancelación de ruido. De nada.

Clear: la App del 2012 por lo simple, y la interfaz copiada por MailBox (ver siguiente punto): Hacer notas y listados nunca fue tan simple e intuitivo. Una maravilla de interfaz. Los macabeos lo encontrarán una genialidad. «Te traje todo lo que me pediste, amorcito».

Mailbox App: se hicieron famosos por su App que en realidad es un «tome un número» digital. Usa la interfaz de Clear y «les da a tus mails el lugar que les corresponde», pudiendo pedirle que te avise de ciertos mails en 1 hora más, cambiar el orden por prioridades o desconectarte por un rato sin urgirte. Vean el demo. Yo estoy a 60,000 personas de tener mi App. Wuhuuu!!

Y ahora, la pregunta de rigor: ¿Qué se me quedó afuera, que realmente cambia tu día y mejora tu vida? Compartid.

ByD F0. The testdrive.

P388

ByD F0. The testdrive. Hace exactamente 5 días que me entregaron mi auto. Tiempo suficiente como para poder contarles a todos los que me han preguntado que qué tal el starter de la marca china Build Your Dreams. Partamos por lo basico: por fuera, es una mezcla entre el 107 de Peugeot y, harto, del C1 de Citröen. Llantas de aluminio, un frente que en algo recuerda al Yaris y una luneta trasera con gran visibilidad. Su maleta es pequeña y no tiene asientos abatibles, pero es profunda. Caben facilmente un par de bolsos de mano y las compras de la semana. La llave cuenta con mando a distancia de cierre. La acciono. Al subirse, te das cuenta de que el espacio está maximizado. Si me hubiese materializado directamente en la cabina, creería que estoy en un Spark: tacómetro en una burbuja lateral, radio con cd y mp3 diseñada especialmente para el habitáculo -no es desmontable-, con salida para iPhone y buen sonido; y solo dos parlantes, adelante. Pero para qué necesitas más. Los asientos no son enormes, pero son comodos. Aire acondicionado, alzavidrios electricos -el comando está al frente de la palanca de cambios, un detalle que te hace agacharte un poco para accionar. Te acostumbras luego, pero no es lo ideal- y volante con regulador de altura. Mish. La textura del manubrio, el diseño de la palanca y todo el interior es moderno y muy bonito. La salida del aire parece un parlante. Las luces del panel son de un moderno azul eléctrico; y las piezas son de buena calidad… El unico detalle es que la guantera es abierta. Pero una serie de compartimientos, incluido un espacio lateral para ordenar tus CDs, hacen que lo olvides pronto. Encendido. Otro detalle a contrapesar: el motor tiene cadena de distribucion, no correa. Se siente más robusta la conducción, pero si escuchas un CD o conectaste tu iPhone, el metal hará estática con un zumbido suave. No molesta tanto, y te sentirás manejando el batimovil cuando aceleres a quinta, jaja. En carretera, suave de manejar. Gran visibilidad y aire acondicionado que se las apaña. El motor 1.3 da cerca de 16 kms, y casi 20 en viajes largos. Usa de 93. Gran ahorro en estos tiempos. En resumen, puedo decirles que es un auto de buen tamaño para andar solo o con alguien más por la ciudad. Atrás los niños van cómodos, pero un adulto no tanto. Buena radio, buenas prestaciones y manejo suave. Un auto bueno, bonito y barato, y lejos una tremenda opción post moto, como primera compra o segundo auto en la casa. Mi versión, el GLI, es el intermedio. $4.090.000 con aire, llantas, alzavidrios, tacómetro y sin Airbag ni ABS. Dudo que tenga sentido pagar $500,000 de más en esas prestaciones para un citycar. Osea: feliz. Un auto onderillo, bonito, cómodo y práctico.